Se asocia a penitencia y sufrimiento, pero es uno de los grandes secretos de la salud. Si lo pruebas, alucinarás. Un día sin comer, te deja nuevo, incluso sin beber, o no cenes y no desayunes y ayunas 24 hora. Vale para todos, para hacer yoga,para purificarte, si tomas drogas o abusas, para adelgazar. Prúebalo , te dejará como un reloj puesto en hora. Activa la pineal en luna llena y puedes tener samadhi y éxtasis con el nectar de amrita que segrega esa gládula. Tendrás experiencias multidimensionales.
Con la crisis hasta ahorrar, o no cenar de vez en cuando te deja bien y adelgaza. “El hambre hace bien”, estableció el Dr. Nikitiu, que demostró que las ratas que ayunaban duraban más. Activa la energía sexual y también te ayuda a controlarla.
El ayuno implica abstenerse de ingerir alimentos y agua durante un día (más o menos 24 horas), 1, 2 ó 4 veces al mes –o cuando se quiera-, lo cual provoca un cambio metabólico en las reservas del sujeto, así como activa todos los procesos de eliminación, regeneración, desintoxicación y depuración del organismo Se trata de hacer reposar fisiológicamente el cuerpo para que la energía que normalmente usamos en los procesos digestivos pueda ser dedicada a fines curativos.
Beneficios del ayuno
El tantra no recomienda ayunos largos, sino un solo día de ayuno intensivo sin agua. En general, se producen numerosos efectos terapéuticos:
1.- El metabolismo basal (digestión en reposo) disminuye y por tanto las necesidades de todo organismo.
2.- Se realizan menos actividades con el consiguiente ahorro de energía.
3.- Las reservas orgánicas de nutrientes son economizadas y reequilibradas espontáneamente. Cuando el glucógeno (el combustible del cuerpo) se consume, pasan a quemarse las reservas de grasa o tejido adiposo. Se equilibra así la línea.
4.-Se produce un fenómeno de inversión energética: la energía no se dirige a las actividades normales de digestión etc…, sino que se concentra en la eliminación de toxinas y se acelera la regeneración celular o autólisis (=los tejidos tienen unas sustancias o enzimas que regeneran ellas solas las células envejecidas o deterioradas).
5.-Se invierten las funciones de algunos órganos, como el estómago que en vez de dedicarse a la asimilación de alimentos, se convierte en un sistema de eliminación, ya que las mucosas toman un papel depurativo y limpiador.
6.-Se reducen la secreciones orgánicas, como el sudor o la mucosidad. El cuerpo se torna ligero, fresco y sutil.
7.-Las costantes vitales, como la respiración y la circulación tienden a suavizarse, aliviarse y relajarse.
8.- Se tonifican y revitalizan absolutamente todos los sistemas del cuerpo (nervioso, circulatorio, endocrino, linfático, muscular etc…), especialmente los de asimilación y almacenamiento, (estómago, intestinos, bazo, vesícula biliar etc.., que se limpian de impurezas obstructivas e ineficaces); y los de eliminación, (el hígado, riñones, pulmones, piel e intestino, que procesan las reservas pendientes sin tener que recibir un nuevo material de desperdicio).
9.-Desaparecen todos los atrofamientos orgánicos, acumulaciones patológicas, desequilibrios, pequeñas lesiones y disfunciones.
10.-Se normaliza el peso.
11.-Aumenta la capacidad respiratoria.
12.-Las secreciones fisiológicas se normalizan.
13.-Se interrumple en consumo de los agentes causantes de enfermedad o la toxemia.
13.-Mejora la claridad del pensamiento y fortalecimiento de la mente.
El ayuno es uno de los grandes secretos, no sólo para purificar el cuerpo y curar muchas enfermedades, sino también para sutilizar la mente, equilibrar el pranah y favorecer la canalización de la energía sexual y por consiguiente la transmutación en kundalini. El efecto sobre la sexualidad es definitivo, por no decir absolutamente asombroso. Cura la impotencia casi inmediatamente y revitaliza el semen en el hombre y los óvulos en el mujer. Sirve tanto para controlar la actividad sexual, como para potenciarla y reequilibrarla si se quiere.
Entre sus múltiples beneficios incrementa el catabolismo (proceso de eliminación o destrucción de células); mejora el funcionamiento de la tiroides; metaboliza reservas orgánicas; beneficia el hígado (consume el glucógeno (nuestro “combustible”) y las reservas de grasas; cura las úlceras, el estreñimiento y todos los transtornos intestinales; da elasticidad corporal capacitando al aspirante en la ejecución de asanas .
VIVIR SIN COMER, CON EL ELIXIR DE ANANDA
EL YOGA FUE INTRODUCIDO EN LA TIERRA POR NUESTROS CREADORES PLEYADIANOS
Yoghis hindúes como Guiri Bala vivíeron sin comer durante años. Prajlad Jani fue investigado por los científicos en el hospital Sterling de Ahmadabad (India) en el 2003. No encontraron respuesta a su prodigio. (El mundo, 29-11-03) Jani vive en una cueva dedicado a la meditación desde los 8 años: “La diosa amba me dio el elixir de la vida y ya no he tenido necesidad de comer o beber”, explicó el asceta. Ese elixir es ANANDA.
El ayuno purifica especialmente la sangre y la linfa
Ayunar durante un día produce un efecto capital sobre los líquidos vitales, especialmente la sangre y la linfa, ya que los elimina de todas las toxinas supérfluas. La linfa es el fluido vital más importante del cuerpo, que purifica la sangre, da combustible de protección al sistema inmunológico, ayuda en la secreción hormonal y da alimento y energía al cerebro.
Una vez nutrido el cerebro, la linfa extra forma espermatozoides y óvulos. El ayuno equilibra la formación de esperma y óvulos y por lo tanto ayuda al control sexual, pero al mismo tiempo revitaliza por completo toda la energía sexual: paradójicamente resulta ser el mejor remedio para la impotencia. La dieta vegetariana con clorofila también ayuda a la purificación de la linfa.
Es normal que durante el ayuno la lengua esté oscurecida o sucia, (también la orina se oscurece, especialmente al día siguiente), así como se tiene cierta halitosis o aliento desagradable, todos estos efectos son normales y se deben a la quema de toxinas. La halitosis está provocada por la degradación de lípidos (grasas) en el estómago y a los intercambios gaseosos y de toxinas en los alvéolos pulmonares.
El ayuno cura y previene muchas enfermedades
El ayuno es ideal para equilibrar el sistema hormonal, para dejar de beber y fumar, para curar el insomnio, la ansiedad y la depresión; purifica la piel y elimina el acné y eccemas; elimina la glotonería; ayuda a adelgazar –es lógico…- y mantener la línea, equilibra y sensibiliza el apetito; cura tumores, tejidos enfermos, inflamaciones, piedras, protuberancias o excrecencias anormales; es un tranquilizador natural y previene las infecciones; mejora la memoria; aumenta el riego sanguíneo al cerebro y favorece la intuición y la claridad mental, aumenta la concentración y la fuerza de voluntad, desapega la mente te da determinación espiritual etc…
Según el Dr. Schneider, el ayuno cura enfermedades de tipo crónico, la angina de pecho, asma bronquial, asma cardiaco, alteraciones de la presión sanguínea, alteraciones de la circulación, varices, reumatismo, hemorroides, jaquecas, inflamaciones renales, paradentosis, preeclampsia y eclampsia (convulsiones embarazadas y recien paridos) acorta duración de anginas, gripe y neumonías, paradentosis, preeclampsia y eclampsia (convulsiones embarazadas y recien paridos). Etc.
Hellmut Lützner y María Wilhemi-Buchinger apuntan que es bueno para enfermedades de las vías urinarias, asma crónica y transtornos de la menstruación, cefaleas, migrañas, glaucomas (aumento de la presión intraocular), porfiria (erupciones causadas por la exposición al Sol), hepatitis crónicas, transtornos circulatorios, diabetes mellitus, enfermedades dermatológicas crónicas (eczema, psoriasis etc..), obesidades peligrosas, poliglobulías (exceso de hematíes), sobrecargo graso del hígado, trastornos de circulación (arterias coronarias, cerebrales, las de extremidades superiores e inferiores, enfermedades del metabolismo, reumatismos, reumatismo articular y de las partes blandas, deteriores vertebrales (artrosis, osteocondriosis, espondiloartrosis, gota etc…
Shelton dice que hay pocas contraindicaciones al ayuno, al igual que hay pocas contraindicaciones al reposo.
Carrintong, Hazard, Dewey o Mcfaden, conocidos médicos higienistas, recomiendan el ayuno también para enfermedades ópticas (astigmatismos, miopías, presbicias (Shelton dice que se han curado presuntamente cuasi-cegueras), transtornos auditivos crónicos (hipoacusias, sorderas parciales), en las alteraciones cardiacas y crónicas (angina de pecho, palpitaciones, ataques cardiacos, fermentaciones intestinales agudas, distensiones de estómago, indigestiones agudas), enfermedades del sistema nervioso (parálisis, epilepsia (según el dr. Rabagliati).
Ayuda asímismo en enfermedades agudas en las que hay fiebre, náuseas, vómitos, diarreas, disenterías; es preventiva para enfermedades víricas, en catarros, asma y bronquitis normaliza la secreción de mucosas (50)
“el ayuno es beneficioso –afirma el Dr. Luigi Segatore en el Diccionario Médico Teide- tanto para los individuos que tienen alguna enfermedad del metabolismo(…), como para los individuos que están completamente sanos”.
El ayuno puede ayudar incluso a procurar bienestar en enfermedades terminales. No obstante debe tenerse cuidado al ayunar en enfermedades degenerativas graves, enfermedades de hígado y riñones, enfermedades cardiacas graves, diabéticos e hipoglucémicos o personas con anemia.
sorprendentemente el ayuno es la mejor viagra natural. El ayuno revitaliza el semen y cura la impotencia con rapidez. El efecto es instantáneo.Lo cual prueba que existe una conexión estrecha entre la energía sexual y el pranah o energía vital.
Ayuno, cura, renueva y provoca el trance
En realidad, el ayuno no cura, es el cuerpo el que cura mientras no comemos. Nuestro propio sistema lo hace todo naturalmente, espontáneamente. Los animales ayunan instintivamente cuando están enfermos. Por eso se trata de una de las terapias naturales más efectivas, un mecanismo perfecto de regeneración del cuerpo y de la mente. El cuerpo se ahorra la tremenda energía que gasta en los procesos de digestión y lo invierte en procesos de eliminación, autocuración e introversión mental.
En Tantra el ayuno se llama upavasa, (upa: cerca, vasa: vivir), es decir “el día que se está más cerca de Parama Purusha”. Upavasa es, pues, momento ideal para prácticas espirituales, para retomar el ritmo de la meditación tras una etapa de relajación, para recuperarse de una etapa de estrés o depresión o para dedicarse a sadhana profundo en épocas de especial inspiración espiritual.
El ayuno lo renueva todo: el cuerpo, la mente y el espíritu y predispone el organismo para el despertar de la kundalini y la experiencia mística:
“Una persona bajo la influencia de la mescalina o el ácido lisérgico –explica Aldus Huxley en Las puertas de la percepción- deja de tener visiones cuando se le da una dosis grande de ácido nicotínico. Esto ayuda a explicar la eficación del ayuno como inductor de una experiencia visionaria. Al reducir la cantidad de azúcar disponible, el ayuno disminuye la eficiencia biológica del cerebro y permite que entre en la conciencia material que no posee valor de sobrevivencia. Además, al causar una deficiencia vitamínica, elimina de la sangre ese conocido inhibidor de las visiones, el ácido nicotínico.” (51)
El científico ruso Vladimir Nikitiu ha dicho que “el hambre hace bien” al organismo y el Dr. Heung asegura que” el ayuno fortalece la intuición y la percepción interior y exterior”. Nikitiu realizó estudios en ratas y las ratas que ayunaban vivían más tiempo que las que no lo hacían.
Imposible sentirse débil: tenemos reservas de sobra
Tampoco debe temerse sentirse débil, porque los alimentos del día anterior permiten estar 24 horas o más sin apenas ninguna necesidad más de nutrientes. El metabolismo basal (asimilación en reposo en ayuno de la última comida) dura unas 16 horas, es decir el cuerpo tiene energía de sobra las 16 horas siguientes a la última comida; y las horas que quedan hasta que se rompe el ayuno se nutren sin problemas de las reservas del cuerpo de grasa y proteínas ( y se podría estar así durante días, sólo bebiendo agua).
La debilidad sólo es cuestión psicológica en algunos novatos. El cerebro necesita de 100 a 145 gramos de glucosa o energía por día (= 400 ó 600 calorías). Durante el ayuno el cuerpo puede “robar” 16 gr. de glucosa de la grasa del tejido adiposo (de la barriga) y el resto (84 gr.: 16+84= 100) de las proteínas de los músculos de todo el cuerpo. Aparte de esto, el hígado siempre guarda unos 100 gr. de glucosa, aunque ésta se consume muy rápido: no es suficiente ni siquiera para pasar una noche.
En un día el cuerpo puede perder 25 gr. de nitrógeno (la proteína se forma gracias al nitrógeno), cuando las reservas totales de nitrógeno son de 1000 gr.
Nuestros depósitos de reserva son muy amplios: además de las grasas y del glucógeno del hígado, las proteínas de la sangre, el líquido linfático, sustancias de la médula ósea y glándulas.
Aparte, las personas enfermas o con más necesidad de ayunar (por los excesos) queman también hinchazones acuosas, tumores, articulaciones reumáticas, tejidos pulmonares congestionados, paredes grasas, cavidades catarrales e intestinos congestionados (Joseph Goodman). Una persona obesa puede tardar 40 días o más en terminar con todos sus excedentes
“Todo el sistema funciona con una eficiencia completamente diferente a como lo hacía antes”, sentencia el dr. Bhret. “El ayuno – concluye taxativamente el dr. Schneider- es LA MEDIDA TERAPEÚTICA MÁS COMÚN A TODAS LAS ENFERMEDADES”. Otros muchos estudiosos del ayuno como como los de Buchinger, Shelton o Lützner ratifican las asombrosas bondades del ayuno (52).
Es mejor no hacer mucho esfuerzo físico en el día de ayuno, pero si se quiere hacer ejercicio suave, andar o respirar al aire libre, también ayudan a un proceso más exhaustivo de desecho de toxinas. Si se está físicamente bien se puede hacer ejercicio con toda normalidad; es incluso posible que se note más resistencia ese día.
Se debe ayunar desde el amanecer de un día hasta el amanecer del siguiente, mejor en luna llena, luna nueva y 11 días después de esos días. La luna influye en los líquidos de la tierra (ej. mareas) y también en los líquidos del cuerpo (más de la mitad del cuerpo es agua), en esos días su influjo es mayor por lo que es recomendable ayunar sin introducir más agua al cuerpo (por la fuerza gravitacional hace que al agua suba al cerebro, produciendo malestar).
El agua del cuerpo desempeña una función vital: mantiene las concentraciones de sal, permité la ósmosis (transmisiones químicas) y los cambios químicos del sistema digestivo, ayuda al peristaltismo (movimientos para la excrección) y trasporte de la comida al estómago etc… El equilibrio del agua corporal es básico.
Esta
influencia lunar esotérica está demostrada científicamente con muchos estudios como los de
Gauquelin, Heckert, Petersen, Ravitz, Friedman, Becker, Bachman, Thakur y Sharma etc…. El uso del término “lunático” no es casual.
Ya
Paracelso había señalado esta influencia perniciosa del satélite terrestre en la mente humana.
En luna llena, si se ayuna y la mente está elevada, la glándula pineal segrega una hormona o néctar divino (amrita) que produce éxtasis.
Luego se puede probar con agua, hasta llegar a una jornada completa sin ingerir nada. Con la práctica, el cuerpo se acostumbrará al ayuno y éste será cada vez más fácil de realizar. Es más, el cuerpo necesitará ayunar, pedirá ayunar.
Los ayunos largos de días o semanas no son necesarios, son optativos para algunas enfermedades y siempre deben ser hechos bajo la guía de un médico competente. Se puede hacer también algún día ayuno parcial, es decir ayuno matutino (no desayunar) o ayuno de cena (según Marilyn y Harry Diamon (La antidieta, 1986) esto ayuda a la eliminación de toxinas.
El ayuno es uno de los grandes secretos para despertar la kundalini, siempre que se acompañe de Los Ocho Peldaños. Las prácticas de yoga a menudo son difíciles y lleva bastante tiempo dominarlas y gozar de sus impresionante efectos.
El ayuno, sin embargo, es fácil de hacer (en el sentido que cualquier principiante puede hacerlo, aunque exija un esfuerzo obvio) y sus efectos son casi instantáneos. Prepara y restaura el cuerpo y la mente para que el susumna o canal central se limpie y la kundalini pueda ascender.
Normalmente, los aspirantes están crudos cuando empiezan su aventura espiritual y el ayuno es ideal para procurar autocontrol y equilibrar todos los sistemas que durante mucho tiempo han sido maltratados y desequilibrados. Por eso, el ayuno, es perfecto para retomar el camino, purificarse tras un periodo de excesos y volver a intentar una y otra vez la subida al monte de contemplación.
Cuando el cuerpo y el semen están volátiles (=es decir se canaliza y sube y baja como un termómetro cuando la kundalini se despierta o está a punto de hacerlo) el efecto del ayuno es ya celestial. EL AYUNO ES UNA DE LA PRINCIPALES PANACEAS PARA EL CAMINO ESOTÉRICO Y EL BIENESTAR PSICOFÍSICO. Es un esfuerzo que merece infinitamente la pena, porque: AYUNO=PLACER ABSOLUTO.
Un truco para aguantar el día de ayuno consiste en superar los tres peores momentos: al levantarse, a la hora de la comida y a la hora de la cena. Una vez que se consiga llegar sobre las 6 de la tarde, el cuerpo ya empieza a sentirse muy bien y la respiración ya se nota sutil, aunque si estas muy intoxicado es normal sentir dolor de cabeza y malestar: ¡estás limpiando, tío!. Pueden superarse con ciertos trucos: por ejemplo, levántandose muy tarde, o ir a dar un paseo a la playa o hacer footing o deporte a la hora de la comida y luego tomar el Sol o entretenerse con lo que sea.