viernes, 23 de marzo de 2018

Marta Robin - mistica

Marthe Robin (español)

Marta decía a las personas que se encomendaban a su oración: “Oro con usted…

Todos estamos comprometidos en esta aventura de orar; orar unos con otros y por otros… Así siempre seremos escuchados…

Os invito a hacer vuestras estas bellas plegarias compartidas por Marta Robin desde su lecho de Chateauneuf de Galaure, Drôme, Francia. Espero se inicie así una nueva amistad entre Marta  y cada un@ de ustedes; amistad y comunión que completaremos en el cielo…

____________________________________________________________

Descarga el libro “Marta Robin, un milagro viviente”

_______________________________

ORACIONES ESCRITAS POR MARTHE ROBIN

¡RENUEVA EN MI TU ESPÍRITU!

“Jesús, sé que soy tuy@
y que tu eres mío para siempre.
Te doy gracias por haberme dado tu Espíritu,
después de mi bautismo y mi confirmación,
para que pudiera vivir una  nueva vida
en unión contigo.
Renueva en mí tu Espíritu!
Lléname en abundancia de Tu Espíritu!
Cólmame de una nueva plenitud de tu Espíritu,
de manera que encuentre
nuevas luces en las Escrituras,
un gusto nuevo y perseverancia
en la oración.
Que yo pueda encontrarte
cuando recibo los Sacramentos;
Que ame como Tú amas;
Que perdone como Tu perdonas;
Que yo interceda como Tú intercedes;
Que yo sea testigo
como tu fuiste testigo de la Verdad;
Que utilice los dones con los cuales me colmas
para el bien de tu pueblo;
Que guste la paz y la alegría
que Tu nos has prometido.
Lléname de tu Espíritu; Oh, Señor!
pues deseo ser transformad@
y recibir todo aquello que Tú quieres darme.
AMÉN
-Marthe Robin-

                    

                                                                                                         

ORACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN


“Oh, Madre Bienamada, vos que conocéis tan bien las vías de la Santidad y del Amor,  enséñanos a elevar a menudo nuestro espíritu y nuestro corazón hacia la Trinidad; a fijar en Ella nuestra respetuosa y afectuosa atención. Y puesto que tu caminas con nosotros por los caminos de la vida eterna,  no permanezcáis extraña a los débiles peregrinos que vuestra caridad quiere tanto reunir;  volved hacia nosotros vuestras miradas misericordiosas; atraednos hacia vuestras claridades; inundadnos de vuestras dulzuras; conducidnos en la Luz y en el Amor; llevadnos siempre más lejos y más alto en los resplandores del cielo.
Que nada pueda turbar nuestra paz ni hacernos salir del pensamiento de Dios-; sino que cada minuto nos lleve las adelante en las profundidades del Augusto Misteio, hasta el día en que nuestra alma, completamente  abierta a las iluminaciones de la unión divina, verá todas las cosas en el eterno Amor y en la Unidad”.

Amén

ORACION  POR LOS SACERDOTES

“Tomad vuestros sacerdotes, Oh mi  Dios, plenamente, enteramente, para realizar, para ayudar a realizar plenamente todo lo que queréis de ellos. Conducidlos en todo y por todo.
Oh mi Dios, sed su fuerza. Oh mi Dios, que todas sus acciones, las más importantes, las más pequeñas, les vengan de vos, dependan de vos y se dirijan a vos. Que sean todas para vos, Oh mi Dios, para glorificaros, para amaros y haceros amar. Mi Dios, incendiad nuestros corazones, incendiadnos de vuestro amor; llenadnos de vuestra luz, de vuestra alegría divina. Oh Padre, extender sobre el mundo y sobre las almas vuestra suprema misericordia, vuestro perdón divino. Mi Dios, otorgad vuestro Amor a Francia –país natal de cada uno- y al mundo, restableced el orden y la paz sobre la tierra. Realizad la unidad de los pueblos, realizad la unidad de espíritus, Oh mi Dios, realizad la unidad de los corazones en vos.”

 

ACCIÓN DE GRACIAS, EUCARISTÍA

“Señor Dios mío, que nutrida cada día de vuestro Sagrado Cuerpo, inundada de vuestra Sangre Redentora, enriquecida de vuestra Santa Alma, sumergida en vuestra Divinidad, no ame, no desee, no buusque, no quiera, no guste sino a Vos.
Que mi corazon y todo mi ser suspiren y no tiendan más que a vos, que sea toda vuestra y totalmente ocupada en Vos Sólo; que permanezca perpetuamente con Vos, en Vos, unida a Vos para ser consumida toda entera en el horno ardiente de vuestro Divino Corazón, filialmente unida al Corazón Inmaculado de mi Mamá querida por quien yo quiero glorificaros, alabaros, serviros y obedeceros para siempre.

BIOGRAFÍA

La encefalitis que se apoderó de Marthe Robin, una joven francesa que vivía con sus padres en una humilde casa del centro de Francia, la postró en una cama inmóvil, ciega y sin poder comer ni dormir. Sin embargo, y contra toda explicación racional, logró sobrevivir durante más de 50 años con la Sagrada Hostia como único alimento. 

Desde su mística y desde su fe poderosa, la joven, quien aseguraba que «Cristo es mi alimento sobreabundante», logró fundar más de 70 «Hogares de Caridad» en los cinco continentes. El Vaticano, hoy, estudia la causa de su beatificación.

En 1928, a los 26 años de edad, la encefalitis que se apoderaba poco a poco del frágil cuerpo de Martha Robin, la sexta hija de una matrimonio de humildes campesinos de la pequeña localidad de Chateauneuf-de-Galeur, cerca de Lyon, paralizó todos sus músculos, incluso aquellos que inconscientemente nos permiten tragar los alimentos y la bebida. Su estado se agravó aún más fruto de un insomnio persistente y de la ceguera. El diagnóstico, al final, era tajante: Marthe Robin moriría pronto y lo único que se podía hacer era llamar a un sacerdote para que recibiera la unción de enfermos.
La joven, en extremo piadosa, preparó su alma para entregarla al Señor y recibió el viático un miércoles. Una semana después, Robin seguía viva y la familia volvió a llamar al sacerdote para que la confortara en sus «últimos días» con la Comunión. A la semana siguiente, Marthe vivía. Y así semana tras semana, mes tras mes… hasta 53 años vivió Marthe desafiando las ciencias precisas de la Biología y de la Medicina, que nos enseñan que ningún ser vivo puede vivir sin alimentos. Ella entendió que era el propio Jesús quien le daba las fuerzas para seguir viviendo: «No hay que asombrarse de que yo pueda vivir en total ayuno. El cuerpo y la sangre de Cristo son mi alimento sobreabundante». Su relación mística con Dios llegó más allá, para desconcierto de los que dudan de la verdad de estos hechos. Y así, todos los viernes, sufría tal identificación con la Pasión de Nuestro Señor, que padecía las angustias visibles y similares a las que sintió Cristo en Getsemaní. Por añadidura, el cuerpo postrado de la joven manifestó visiblemente los estigmas (en manos, pies, costado, en incluso en la cabeza, que sangraba como si tuviera clavada las espinas de la corona) de la Pasión.
Decenas de miles de testigos (entre ellos, cardenales, obispos y muchos prohombres de la Iglesia) pudieron dar fe, a través de los más de 50 años que Marthe sobrevivió con el único alimento de Cristo, de la verdad sobre el caso Robín. Uno de ellos, el gran filósofo, escritor y miembro de la Academia de la Lengua, Jean Guitton, escribió un libro, «El retrato de Marche Robin», donde se subraya que «soy consciente de que esta obra es desconcertante e irritante para muchos que van a dudar de la verdad de lo que cuento. No obstante, quiero responder a sus objeciones con las pruebas evidentes de la verosimilitud de este relato».
Otro historiador francés, Jean Jacques Antier, en su libro «El viaje inmóvil», concluye que el milagro de Robín va más allá. Desde su cama en una aldea remota, y con la fuerza de la oración, logró fundar más de 70 «Hogares de Caridad» en los cinco continentes.
Veinte años después de su muerte (el 6 de febrero de 1981), los directores de estas casas de acogida han logrado introducir en Roma el proceso de beatificación que hoy estudia la Congregación para la Causa de los Santos.
« Cuando se contempla lo que está naciendo en la Iglesia de Francia y que se ahonda un poco, a menudo uno encuentra a Marta Robin : ¡ qué mujer ! (Cardenal Decourtray) Esta pequeña campesina guardando cama durante 53 años recibió en su propia casa a más de 100.000 personas y cambió la vida de muchas personas escuchándolas, aconsejándolas, alentándolas. Marta hizo posibles múltiples reconciliaciones, suscitó decenas de vocaciones sacerdotales o consagradas. Más de 40 obispos y cardenales vinieron a verla y también muchas personalidades con responsabilidades dentro de la Iglesia. Ayudó de una manera u otra a más de 20 comunidades nuevas. Junto con el Padre Finet, Marta está al origen de la fundación de los Foyers de Charité. Estos son actualmente 73 y se hallan dispersos en 40 países A la edad de 16 años Marta Robin se ve alcanzada por la enfermedad. Entre 1918 y 1928 Marta Robin lucha contra una enfermedad que provoca dolores intolerables, que se instala progresivamente y que será diagnosticada en 1942 como « encefalitis epidémica ». Marta Robin conoce, sucesivamente, durante diez años, esperanza de curación y desaliento, según que la enfermedad progrese o retroceda : « Los ánimos están a veces muy bajos » escribe a una amiga. «¿Qué decirle de mí misma ? Vida siempre igual, gris y monótona, trayendo más bien tristezas que alegrías ». A los 26 años, Marta Robin, a la edad en que se hacen proyectos, o se toman decisiones que orientan una vida, constata con tristeza que no es así para ella : «Todo el mundo puede y debe cumplir su vocación pero yo no. He forcejeado con Dios». ¿Qué sentido dar a su propia vida, qué futuro? Marta conoce la angustia, quizá incluso la rebelión.

Diciembre de 1928. Una luz en la noche.

Marta en acción de gracias, tras recibir la Eucaristía
Gratuitamente, un día de diciembre de 1928, Marta Robin vive en el momento de recibir los Sacramentos un encuentro decisivo y definitivo con el Corazón de Jesús en Cruz. Una vida nueva va invadir su cuerpo y su corazón. Todo se ilumina, todo cobra sentido: esta enfermedad que habría podido conducirla a una lenta y segura destrucción de su persona a diferentes niveles se convierte, por paradójico que parezca, en «oportunidad» para otra vida que va a construirse diferentemente. «Después de años de angustias, después de dificultades físicas y morales, me atreví, escogí a Cristo Jesús». Marta recibe del Corazón de Cristo en Cruz el sentido de su vida de enferma : unida a la de Cristo, su vida puede convertirse en fecunda para la Iglesia y para el mundo.
Marta Robin hace en aquel momento la elección de una vida conforme a la de Jesús Amor Crucificado : «El Corazón de Jesús en Cruz es la morada inviolable que he escogido en esta tierra» Su párroco, el Padre Faure, es testigo de este acontecimiento y la acompaña en este nuevo camino. Su vida espiritual y su vida mística se desarrollan ahora en su vida misma de enferma que se convierte en medio de unión y de comunión, lugar de ofrenda y de abandono. Es el comienzo de las Gracias de unión. Vive en la Presencia de la Santísima Virgen, Su Gran Educadora, Su Querida Mamá. Marta vive ahora la palabra de Jesús : «Mi carne es verdaderamente una comida y mi sangre es verdaderamente una bebida»(Juan 6,55). El deseo de apostolado, exigencia del amor, se apodera de ella: «Estoy verdaderamente ávida, tengo realmente hambre de trabajar para el Amor y la Gloria de Dios”. Un sacerdote que vino a rezar en su habitación quedó impresionado por su apertura universal: «la ventana de su pequeña habitación estaba abierta al mundo entero».
Unos años más tarde nace el Foyer de Charité. Marta Robin vela sobre la Obra nueva de laicos y de sacerdotes fundada con el Padre Finet, Obra que ella llevaba en su corazón y su oración desde 1933. Laicos y sacerdotes, en el Foyer de Charité, están llamados a vivir juntos la Palabra de Dios anunciada a todos aquellos que buscan a Dios, a todos aquellos que tienen hambre y sed de Su misericordia, a todos aquellos que persiguen una Esperanza.
Un Dios Padre
Marta Robin reaccionó con mucha fuerza contra la imagen de un Dios juez. Para ella, Dios era un Padre amante y solícito, próximo y lleno de atención. Marta insistió mucho sobre este punto, porque lo vivió en cada instante de su vida. La vida con Dios fue verdaderamente en su caso « una vida de familia ». Su ejemplo hay que tomarlo tanto más en cuenta cuanto que, a causa de su enfermedad, Marta habría podido adoptar una actitud de rebelión y de protesta contra Dios. Pero justamente fue más adelante en su relación con Dios al descubrir su Paternidad.
Jesús, Pan de vida
«Dios ha revelado a ciertas personas la verdad y la realidad humana de la Eucaristía. Se trata de los místicos de la Eucaristía » (Padre Jesús Castellano, Congreso sobre el secreto de los Místicos).  Marta Robin, durante más de 50 años, vivió de este don. Marta dice la fuerza de la Eucaristía en ella:

 «Tengo ganas de gritar a quienes me preguntan si como, que yo como más que ellos, porque me alimento por la Eucaristía con la sangre y con la carne de Jesús. Tengo ganas de decirles que son ellos quienes detienen en sí los efectos de este alimento, quienes frenan sus efectos».
Una relación íntima con María
Marta Robin tenía algo que decir sobre este punto, siempre en la misma línea del espíritu de familia que predidía a su relación a Dios como Padre. La Virgen María no es un ser abstracto y lejano, sino una madre atenta a sus hijos y obrando con poder en medio de los humanos. En su relación a María y en el abandono entre sus manos Marta Robin sacó la fuerza y la paciencia que necesitaba.
Los hombres solidarios entre ellos, gracias a Dios. ¿De qué manera una enferma puede incorporarse en la vida social, sentirse solidaria de los demás, sobre todo si está en cama y si sus miembros rehúsan todo trabajo? Marta Robin crea con ellos una nueva relación, una bella relación, que se establece por intermedio de Cristo. La vida de familia con Dios se desdobla misteriosa y místicamente en una vida de familia con los hombres. Es uno de los puntos más fuertes y más nuevos del testimonio de Marta Robin.

Marta Robin trabajó desde su lugar para la renovación de toda la Iglesia
Favoreciendo la misión de los laicos, de laicos confirmados, concientes de la importancia de su bautismo. Es para esto que los Foyers de Charité fueron fundados teniendo una nueva visión de la vida de los sacerdotes, más fraterna, más familiar, más cercana a los laicos y colaborando más con ellos, manifestando su confianza en la Iglesia. Marta estuvo al corriente de las dificultades que podía atravesar la Iglesia católica y el Cristianismo en general. Pero ella no faltó nunca de confianza en el futuro. Sufrió por la Iglesia y en la Iglesia, pero ello no mermó su confianza ; su testimonio es muy elocuente. Los sucesivos Obispos de Valence la apoyaron siempre y ella amó mucho a su Parroquia.
Los frutos de la ofrenda silenciosa de Martha Robin
Han sido evocados en miles y miles de testimonios. Cada vez son más numerosos los visitantes que vienen para recogerse en su casa y confiar a su oración sus intenciones. Después de los 52 Foyers de Charité fundados entre 1936 y 1981, 25 Foyers de Charité han sido fundados entre 1981 y 2001 a petición de los Obispos de diferentes países.
La Congregación para la Causa de los Santos estudia los informes sobre su proceso de beatificación

No hay comentarios: