Hira Ratan Manek nació el 12 de septiembre de 1937 en Bodhavad, India. Se estableció en Calicut, Kerala, India, donde tuvo su grado de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Kerala. Después de graduarse, se unió al negocio de la familia de comercio de especias y continuó trabajando allí hasta que se jubiló en 1992.
Después se retiró, comenzó con la investigación y el estudio de la antigua práctica de mirando al sol, en la que se había interesado desde su infancia. Este método es un viejo pero olvidado método, que había sido practicado en la antigüedad en muchas partes del mundo.
Después de trabajar en este método durante 3 años, pudo volver a descubrir los secretos del Sungazing. Durante su estudio, fue principalmente inspirado en las enseñanzas del Señor Mahavir de Jains, quien también practicaba este método dos mil seis cientos años atrás. Otras fuentes de inspiración para mirando al sol procedían de antiguos egipcios, griegos, y nativos americanos.
Desde el 18 de junio de 1995, HRM sigue viviendo solo con la energía del sol y agua. De vez en cuando, por hospitalidad y propósitos sociales, bebe té, café y mantequilla (crema). Hasta ahora, el había realizado tres ayunos estrictos, durante los cuales sólo tomaba la energía del sol y agua, y estaba bajo el control y la observación de diversos equipos científicos y médicos.
El primero de estos ayunos duró 211 días, durante 1995-96 en Calicut, India, dirigido por el Dr. C. K. Ramachandran, un experto en medicina alopática y medicina ayurvédica.
Este fue seguido por un ayuno de 411 días en 2000-2001 en Ahmedabad, India, dirigido por un equipo internacional de 21 médicos y científicos a cargo del doctor Sudhir Shah y el doctor K. K. Shah, el Presidente de la Asociación Médica de la India en ese momento. El Dr. D. Maurie Pressman, también describe su experiencia con HRM en un artículo que escribió, y más tarde se unió al equipo para la siguiente observación de HRM.
Después de la emoción de los resultados en Ahmadabad, HRM fue invitado a la Universidad de Thomas Jefferson y la Universidad de Pennsylvania en Filadelfia, donde fue puesto bajo observación por un período de 130 días. Este equipo científico/médico quería observar y examinar su retina, la glándula pineal y el cerebro. Este equipo de observación fue dirigido por el doctor Andrew B. Newberg, una autoridad líder en el cerebro y por el doctor George C. Brenard, la principal autoridad sobre la glándula pineal. Los resultados iniciales encontraron que las células grises en el cerebro de HRM están regeneradas. 700 fotografías se han tomado, donde las neuronas reportan estar activas y no muriendo. Además, la glándula pineal se está ampliando y no disminuyendo que es lo que ocurre normalmente después de mediados de los cincuenta. Y su máximo tamaño promedio es de aproximadamente 6 x 6 mm., sin embargo, para la HRM, se ha medido en 8 x 11 mm.
En nuestra cultura nos han enseñado a temer al Sol y a escondernos de él, cuando en realidad toda nuestra vida depende del Sol, empezando por que nutre a los vegetales, que están al inicio de la cadena alimenticia. Él es nuestro gran benefactor; equilibra la naturaleza y la ecología.
Siempre está ahí. Nos ofrece, gratis y por siempre, vida y salud. ¡Gratis! Nadie le hará pagar impuestos por estar mirando al Sol. Al final usted misma, usted mismo, como los vegetales podrá incorporar directamente la energía del Sol. Sin necesidad de hacerse dependiente de ningún gurú o maestro, el Sol directamente le nutrirá y le dará cuanto necesite. Tendrá salud física y perfecta estabilidad mental, por sí mismo. Quien depende de los jefes religiosos se vuelve débil. Con el Sun Gazing recuperamos la independencia perdida.
“La fotosíntesis no es una prerrogativa de los vegetales”.
La luz solar penetra dentro de la tierra, la cual lleva a cabo su propia fotosíntesis. Es así como se generan el oro, la plata, el cobre, los diamantes, las gemas preciosas. Con el Sun Gazing hacemos nuestra propia fotosíntesis. Cogemos los fotones del Sol, los cuales constituyen una energía muy poderosa, un néctar que no está polarizado en positivo-negativo.
Se distinguen claramente tres fases, de tres meses en tres meses. Porque puede ser que una persona quiera llegar hasta el final de los nueve meses, y conseguir así una realización espiritual, o puede ser que persiga otros objetivos.
Al final de los tres primeros meses, que corresponden a 15 minutos mirando al Sol, la persona consigue una salud mental perfecta. Ello es previo a cualquier sanación del cuerpo y a cualquier camino espiritual.
Tras esos tres meses la persona se desprende de sus inseguridades, miedos, depresiones, celos, envidias, etcétera. Al conseguir esto, la mente deja de bombardear al cuerpo con negatividad, y ello hace posible que en los tres meses siguientes el cuerpo consiga la salud. La persona puede abandonar el proceso tras los tres primeros meses si ya se halla satisfecha con ello, y seguir un mantenimiento, sin prolongar ya más los tiempos de mirar al Sol. O bien una persona puede decidir abandonar el proceso tras los seis meses, habiendo recuperado la salud, y seguir el mantenimiento. Sin embargo, si la persona tiene expectativas espirituales deberá completar los nueve meses, durante los cuales recibirá dones especiales, como la posibilidad de dejar de comer.
“El Sol tiene alma, y si lo miramos con respeto y con intención vamos a sintonizar con él; él nos cuidará y guiará. Incluso, si es usted dado a la astrología, puesto que el Sol rige a todos los planetas del sistema solar, si usted mantiene buenas relaciones con el Sol el Sol va a indicar a todos los planetas que sean favorables con usted.
Hira Ratan Manek ha estructurado perfectamente su seminario en tres partes. Tras haber dedicado la primera de ellas a generalidades y a hablar del ojo, en la segunda parte aborda el tema de la salud. Empieza por hablarnos de la conveniencia de una correcta salud
mental:
–Hoy todas las personas tienen algún tipo de desorden mental. Y sin salud mental individual no vamos a tener paz mundial.
“No tenemos un pensamiento positivo, ni una mente equilibrada. Tenemos negatividad, adicciones y muchos otros tipos de problemas. El clima tiene un efecto sobre ello. En climas fríos, mucha gente se atonta en invierno, y hay muchos suicidios. Si esas mismas personas estuviesen en climas cálidos o templados no tendrían de ningún modo las mismas tendencias depresivas.
Incluso en climas templados el tiempo nublado afecta negativamente a nuestra estructura mental.
“Está probado que la luz solar es la solución perfecta para la salud mental. Cuando ustedes lleven tres meses mirando al Sol empezarán a gozar de una salud mental prácticamente perfecta. Ello es así por dos motivos: primero, porque el ojo es una extensión de nuestro cerebro, de modo que lo que absorba nuestro ojo llegará directamente al cerebro. Segundo, porque el Sol es siempre positivo. La función del Sol es purificar el mundo; por eso tiene un efecto bactericida. Aplicado a la mente, no podrá hacer otra cosa que limpiar la negatividad de los pensamientos. Ello repercutirá en el fin de los conflictos con otras personas, en el fin de los miedos. Los defectos psicológicos de celos, codicia, hostilidad, etcétera desaparecerán. En su lugar acudirán el amor, la compasión, la ecuanimidad. Todas las virtudes serán desarrolladas. Y solo cuando estamos libres de defectos merecemos ser llamados seres humanos.
Entonces podemos contribuir de un modo efectivo a la paz mundial.
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